Este texto de Magdalena Gómez, escrito el 3 de diciembre de 2024, analiza la prolongada lucha del pueblo nahua de Santa María Ostula, en Michoacán, por la recuperación de sus tierras ancestralmente ocupadas, enfrentando la presión de pequeños propietarios del ejido La Placita y la violencia de los cárteles. El texto describe el proceso legal, las pruebas presentadas por la comunidad y el contexto de violencia que enfrentan.
Resumen:
El pueblo nahua de Santa María Ostula lleva décadas luchando por la recuperación de sus tierras, utilizando la vía jurídica y demostrando su arraigo ancestral al territorio.
La comunidad presenta pruebas de ancestralidad, incluyendo títulos virreinales de 1802 y 1803, y una resolución presidencial de 1964 que reconoce su propiedad comunal, a pesar de errores en las mediciones.
Han sufrido la violencia de los cárteles, con el asesinato de 40 comuneros y la desaparición de 5 más.
El juicio de amparo directo 463/2023, interpuesto contra la resolución del Tribunal Superior Agrario, fue aplazado.
Una sentencia trascendental (357/2023) del tercer tribunal colegiado en materias administrativa y de trabajo declaró insubsistente una resolución presidencial de 1967 que favorecía al ejido La Placita, posiblemente influyendo en el aplazamiento del amparo 463/2023.
La comunidad, apoyada por organizaciones como el Congreso Nacional Indígena, continúa sus movilizaciones en espera de una resolución justa.
Conclusión:
La situación de Santa María Ostula refleja la problemática de los pueblos originarios en México, enfrentando despojo de tierras y violencia.
La resolución del amparo 463/2023 es crucial para el reconocimiento de los derechos ancestrales de la comunidad nahua.
La crisis en el Poder Judicial de México complica la resolución de este y otros conflictos similares.
La solidaridad y la perseverancia de la comunidad de Santa María Ostula son fundamentales en su lucha por la justicia.
La sentencia 357/2023 ofrece un rayo de esperanza, pero el futuro del amparo 463/2023 permanece incierto.
