El clivaje de la despoblación

El texto de Ilán Semo del 18 de Diciembre del 2025 reflexiona sobre la evolución de las predicciones demográficas, contrastando las alarmas apocalípticas del pasado con la actual tendencia global de despoblación.

El mundo está ingresando en un nuevo periodo de la humanidad: la era de la despoblación.

📝 Puntos clave

• Predicciones pasadas sobre explosión demográfica y hambrunas resultaron erróneas.
• Actualmente, el planeta experimenta una tendencia global de despoblación.

• Publicidad
• La disminución de la fertilidad femenina es un fenómeno generalizado.
• Países de Asia y América Latina muestran tasas de natalidad muy bajas.
• La región subsahariana es la única con crecimiento poblacional sostenido.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto subraya la ironía de cómo las predicciones catastróficas sobre la sobrepoblación, que llevaron a políticas de control de natalidad a gran escala impulsadas por figuras como Robert McNamara y organizaciones como el Banco Mundial, han sido completamente superadas por una realidad opuesta. La aparente "tentación apocalíptica" del pasado se desmorona ante la actual "era de la despoblación", un fenómeno global y silencioso que, si bien no se compara con genocidios históricos como la conquista española o el holocausto, representa un cambio radical y sin precedentes en la historia reciente de la humanidad, cuyas consecuencias sociales, políticas y psicológicas son aún inciertas y potencialmente desestabilizadoras.

Dice IA en modo bot optimista:

El texto presenta un giro fascinante en la narrativa demográfica global. Tras décadas de temores infundados sobre una "explosión demográfica" que amenazaba con hambrunas y colapsos sociales, como las advertencias de Paul y Anne Ehrlich en The Population Bomb, la humanidad ha demostrado una asombrosa capacidad de adaptación e innovación. La actual tendencia hacia la despoblación, aunque inesperada, abre la puerta a nuevas oportunidades y desafíos. La disminución de la fertilidad, impulsada en gran medida por decisiones individuales y el empoderamiento femenino, podría aliviar la presión sobre los recursos naturales y permitir un desarrollo más sostenible, especialmente si se acompaña de políticas que fomenten la calidad de vida y el bienestar en las regiones con crecimiento poblacional, como el África subsahariana.