Este texto de Lorena Rivera, escrito el 17 de diciembre de 2024, analiza la preocupante disminución de los niveles de agua en el Sistema Cutzamala y sus implicaciones para el abastecimiento de agua en la Ciudad de México y el Estado de México. El artículo destaca la necesidad urgente de implementar medidas para conservar el agua y mejorar la infraestructura hídrica del país ante la creciente sequía y el recorte presupuestal a la Conagua.
Resumen:
Los niveles de agua en el Sistema Cutzamala se encuentran en 65.45% de su capacidad (511.9 millones de metros cúbicos al 13 de diciembre de 2024), lo que amenaza el abasto de agua para más de 2.5 millones de personas en 13 alcaldías de la Ciudad de México y 9 municipios del Estado de México en el primer semestre de 2025.
Las presas que conforman el Sistema Cutzamala (Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque) muestran una disminución preocupante en sus niveles de llenado durante las últimas tres semanas.
La temporada de estiaje se extenderá hasta principios de mayo de 2025, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La temporada de huracanes no logró revertir la situación del Sistema Cutzamala, que solo alcanzó el 66.8% de su capacidad, un déficit del 15.5% respecto al promedio histórico.
La Conagua enfrenta un recorte presupuestal del 43.2% para 2025, lo que dificulta la inversión en infraestructura y la implementación de soluciones a largo plazo.
Se pierde más del 40% del agua destinada al consumo doméstico debido a fugas, infraestructura obsoleta y robo de agua.
Christian Domínguez, investigadora de la UNAM, señala que el invierno será más seco de lo normal, agravando la sequía a nivel nacional, especialmente en el noroeste.
Raúl Rodríguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua, reconoce los esfuerzos de la presidenta Claudia Sheinbaum para priorizar el agua, pero critica el recorte presupuestal a la Conagua.
El Programa Nacional Hídrico 2024-2030 se enfoca en el derecho al agua y la tecnificación del riego, pero la falta de recursos limita su implementación.
Conclusión:
La situación del agua en México es crítica y requiere acciones urgentes por parte de las autoridades federales y locales.
Se necesita una mayor inversión en infraestructura, tecnología para detectar fugas y combate al robo de agua.
La colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil es fundamental para garantizar el acceso equitativo al agua.
El cambio climático exacerba la problemática, haciendo aún más crucial la implementación de soluciones a largo plazo.
La falta de recursos económicos limita la capacidad de respuesta a la crisis hídrica.