Este texto de La Jornada, publicado el 13 de diciembre de 2024, analiza críticamente el lanzamiento de una alianza regional de seguridad contra la delincuencia en América Latina y el Caribe, liderada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El artículo destaca la ausencia de actores clave y cuestiona la eficacia de la iniciativa.
Resumen:
El BID anunció una alianza regional de seguridad contra la delincuencia con 16 gobiernos de América Latina y el Caribe, la Organización de Estados Americanos (OEA), Caricom, Interpol, el Banco Mundial y bancos regionales de desarrollo.
La alianza se enfocará en el intercambio de antecedentes penales, la lucha contra el lavado de dinero vinculado a la minería ilegal en la Amazonia, y el fortalecimiento de la policía e instituciones de justicia.
La iniciativa arrancará con mil millones de dólares, una cifra considerada insuficiente para sus objetivos.
La mayor deficiencia es la ausencia de Estados Unidos, México y Colombia, tres países cruciales en la lucha contra el crimen organizado.
Estados Unidos es señalado como el principal destino de drogas de América Latina y un importante paraíso fiscal, facilitando el lavado de dinero. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, admite esta problemática.
Colombia es el principal productor y exportador de cocaína.
México es un corredor de drogas hacia Estados Unidos y sufre las consecuencias de la violencia generada por el narcotráfico.
Conclusión:
La ausencia de Estados Unidos, México y Colombia condena la iniciativa al fracaso.
El artículo critica la ineficacia de organismos multilaterales como el BID y la OEA, calificándolos de tecnocracias frívolas que requieren una reforma profunda.
La iniciativa se considera una simulación con un impacto mínimo en la lucha contra la criminalidad y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.