Este texto de Ruth Rodríguez, escrito el 11 de Diciembre de 2024, analiza la problemática de brotes de bacterias en hospitales mexicanos y los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno en materia de salud pública. También aborda el proceso de compra de medicamentos e insumos para el sector salud y la situación del dengue en el país.
Resumen
Un brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en hospitales del Estado de México, Michoacán y Guanajuato ha causado la muerte de 17 niños, principalmente prematuros y de bajo peso.
Las investigaciones de la Dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud, la Cofepris y el INDRE se centran en la posible contaminación de soluciones intravenosas de nutrición parenteral (NPT) producidas por la empresa SAFE, perteneciente a PiSA Farmacéutica, y una central de mezclas en Toluca, Estado de México.
SAFE, fundada en 1995, fue vetada por el expresidente AMLO durante 33 meses para obtener licitaciones de medicamentos, posteriormente perdonada.
Este brote no es el primero en hospitales públicos mexicanos. Se mencionan dos casos anteriores: uno en Villahermosa en 2020 con heparina contaminada (14 muertes) y otro en Durango en 2022 con meningitis aséptica (41 muertes). En ambos casos, las investigaciones no llegaron a una conclusión definitiva y los responsables no han sido castigados.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha prometido que se investigará hasta las últimas consecuencias el brote de Klebsiella oxytoca.
Se está llevando a cabo un proceso de compras consolidadas de medicamentos e insumos para el sector público, con reducciones de precios hasta del 17%. Hay preocupación interna por la calidad de los medicamentos e insumos importados.
México enfrenta una epidemia de dengue sin precedentes, con 117,495 casos confirmados y 341 muertes en 2024, ubicándose entre los cuatro países de la región de las Américas con más casos, junto con Argentina, Brasil y Colombia, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Conclusión
El nuevo gobierno enfrenta serios desafíos en materia de salud pública, incluyendo la prevención y control de brotes bacterianos y la gestión de la epidemia de dengue.
La transparencia y la rendición de cuentas son cruciales para evitar la impunidad en casos de negligencia médica y contaminación de medicamentos.
Se requiere una mayor inversión en la supervisión y regulación de la industria farmacéutica, tanto nacional como internacional.
La prevención y el control de enfermedades infecciosas deben ser una prioridad para las autoridades de salud.