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Este texto de Alejo Sánchez Cano, escrito el 8 de noviembre de 2024, analiza la nueva Estrategia Nacional del Sector Eléctrico de México, destacando sus implicaciones para la inversión privada y la estabilidad del sistema energético. El autor evalúa los cambios en relación con las políticas energéticas del gobierno anterior y las perspectivas para el futuro.

Resumen:

• Se presenta una nueva Estrategia Nacional del Sector Eléctrico con una inversión de 23 mil 400 millones de dólares.
• Se elimina la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), transfiriendo sus funciones a la Secretaría de Energía.
• Se observa una mayor apertura hacia la iniciativa privada en la cogeneración de energía, contrastando con las políticas del gobierno anterior de López Obrador y Manuel Bartlett.
• La CFE podrá recibir energía de la iniciativa privada y participar en proyectos "mixtos" con un tope de inversión del 46%.
• Se amplía el autoconsumo de energía a 700 kilowatts para hogares y pequeñas empresas.
• Las grandes empresas generadoras pagarán una tarifa por conexión a la red de la CFE.
• La inversión busca añadir 13 mil 24 megawatts al sistema eléctrico nacional, según Emilia Esther Calleja, directora general de la CFE.
• Se busca mantener las tarifas eléctricas sin incrementos superiores a la inflación.
• El Plan Nacional de Energía tiene cuatro ejes: fortalecimiento del sector eléctrico, justicia energética, sistema eléctrico confiable y seguro, y reglas claras para la inversión privada, según Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía.
• Se busca atraer inversión nacional e internacional, incluso para la renegociación del T-MEC con el gobierno de Donald Trump.
• La presidenta Claudia Sheinbaum busca un equilibrio entre las presiones políticas y la necesidad de crecimiento económico con justicia social.
• La participación del sector privado es considerada esencial para el crecimiento en sectores como el energético, alimentario y de telecomunicaciones.

Conclusión:

El autor concluye que la nueva estrategia energética presenta aspectos positivos, como la apertura a la inversión privada y el objetivo de mantener tarifas bajas, aunque reconoce la dependencia del gobierno del capital privado para impulsar el crecimiento económico. Se espera una mejora en la confiabilidad del suministro eléctrico, una reducción de la contaminación y la creación de empleos, aunque el éxito dependerá de la aplicación consistente de las nuevas reglas y del equilibrio entre las presiones políticas y las necesidades económicas del país. La gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum se presenta como un factor clave en el éxito de esta estrategia.