Este texto de Raymundo Riva Palacio, del 29 de noviembre de 2024, analiza la compleja relación entre México, China y Estados Unidos, y las implicaciones para la presidenta electa Claudia Sheinbaum. El autor advierte sobre los riesgos de una política exterior mexicana demasiado cercana a China, considerando las preocupaciones de Estados Unidos sobre la seguridad nacional y la competencia económica.
Resumen:
Claudia Sheinbaum debe ser cautelosa al acercarse a China, considerando las fricciones preexistentes entre China y Estados Unidos. Los intercambios comerciales no son lo mismo que abrir la puerta a industrias que han generado problemas con Washington.
Estados Unidos ve a China como su principal rival económico y una potencia que podría estar siendo utilizada por Vladímir Putin para debilitarlos. Esta percepción no es algo que Sheinbaum pueda minimizar, ya que México se encuentra inmerso en esta lucha geopolítica.
Los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador sirvieron como ejemplos de las consecuencias de ignorar las preocupaciones de Estados Unidos respecto a la influencia china en México. Ambos presidentes enfrentaron presiones de Washington por proyectos e iniciativas que se percibieron como riesgos para la seguridad nacional estadounidense.
Los ejemplos incluyen la cancelación de proyectos chinos en México durante el gobierno de Peña Nieto debido a presiones de Estados Unidos, y la falta de cooperación de López Obrador con la Iniciativa Clean Network de Trump, así como el uso de México como "puerta trasera" para importaciones chinas a Estados Unidos.
Un viaje a Washington de Alicia Bárcena y el almirante Rafael Ojeda durante el gobierno de López Obrador evidenció las preocupaciones directas de Estados Unidos sobre la creciente influencia de China y Rusia en México, incluyendo la exportación de productos chinos a Estados Unidos a través de México, la reforma judicial mexicana y la construcción del puerto de Cuyutlán.
Sheinbaum ha mostrado una postura ambivalente hacia China, agradeciendo el apoyo de Xi Jinping tras el huracán Otis en Acapulco, pero negando la existencia de una "puerta trasera" para importaciones chinas. Esta ambivalencia podría generar conflictos con el futuro presidente Donald Trump.
El autor concluye que las decisiones de Sheinbaum deben ser soberanas, pero debe considerar que el 84.2% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Norteamérica.
Conclusión:
El texto de Riva Palacio sirve como una advertencia para Claudia Sheinbaum sobre la necesidad de una política exterior equilibrada y consciente de las complejidades de la relación entre México, China y Estados Unidos. Ignorar las preocupaciones de Estados Unidos podría tener consecuencias negativas para la economía y la seguridad de México. La decisión de cómo navegar esta compleja situación recae en la soberanía de México, pero la interdependencia económica con Norteamérica debe ser un factor crucial en la toma de decisiones.