Este texto de Raymundo Riva Palacio, del 26 de noviembre de 2024, analiza la escalada de violencia en Sinaloa, México, particularmente en Culiacán, y la respuesta (o falta de ella) del gobierno federal. El autor critica la inacción gubernamental frente a la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa, y la aparente preferencia por una "pax narca" en detrimento de la seguridad ciudadana.
Resumen:
Se registraron 236 asesinatos en México el fin de semana, la mayoría en Sinaloa. El gobernador Rubén Rocha Moya se encontraba en Ciudad de México durante la ola de violencia.
La violencia en Culiacán incluyó narcobloqueos, ataques a cámaras de seguridad, incendios y un toque de queda autoimpuesto por el transporte público.
La presidenta Claudia Sheinbaum ignoró la situación en su conferencia de prensa, prefiriendo destacar su alta aprobación en encuestas.
La violencia se atribuye a una lucha de poder entre las milicias de Ismael "el Mayo" Zambada ("Los Mayitos") y la facción de Los Chapitos (Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán, hijos de Joaquín "el Chapo" Guzmán).
La vandalización de 65 cámaras de videovigilancia en Culiacán sugiere un operativo coordinado para la entrada de las milicias de Zambada.
Las autoridades federales, con más de 2000 elementos del Ejército y la Guardia Nacional en Sinaloa, mantienen una estrategia pasiva de contención, sin resultados efectivos.
Existe la especulación de posibles negociaciones entre funcionarios federales y criminales, dada la declaración de Rocha Moya y los antecedentes de acercamientos con Zambada y Los Chapitos.
Algunos sectores, incluyendo al presidente de la Barra Mexicana de Abogados de Sinaloa, Marcos Barrón, preferían la situación anterior a la captura de Zambada, argumentando que se mantenía un cierto control.
El autor critica la estrategia pasiva del gobierno, comparándola con la postura del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y advierte sobre la posibilidad de que la violencia se extienda más allá de Sinaloa.
Conclusión:
Riva Palacio concluye que la inacción del gobierno federal, tanto durante el sexenio de López Obrador como en el actual gobierno de Sheinbaum, permite que el crimen organizado gane terreno, favoreciendo una "pax narca" que a la larga resulta perjudicial para la seguridad nacional. La falta de una estrategia efectiva para enfrentar la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa deja a Sinaloa, y potencialmente a todo México, a merced de la violencia.