Este texto de Yuriria Sierra, escrito el 23 de noviembre de 2024, analiza las recientes declaraciones de funcionarios canadienses, incluyendo al alcalde Doug Ford, que sugieren la expulsión de México del T-MEC. El artículo cuestiona la narrativa canadiense y explora las motivaciones detrás de estas declaraciones, argumentando que son impulsadas por consideraciones políticas internas y estratégicas en relación con Estados Unidos y China.
Resumen:
Las declaraciones de funcionarios canadienses, como Doug Ford, sobre la posible expulsión de México del T-MEC son inesperadas y sospechosas en su momento.
La narrativa canadiense, que acusa a México de excesivo comercio con China, se contradice con las cifras reales, que muestran una mayor dependencia comercial de Canadá con China.
La tibieza de Justin Trudeau ante estas declaraciones sugiere complicidad.
La motivación principal detrás de las declaraciones canadienses podría ser la anticipación de un posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la revisión del T-MEC en 2026.
Canadá busca debilitar la posición de México antes de las negociaciones de revisión del T-MEC.
Esta estrategia es contraintuitiva, ya que México es un socio clave para Canadá en el T-MEC y la región norteamericana.
La verdadera preocupación de Canadá podría ser la creciente competitividad de México, especialmente en manufactura avanzada y nearshoring, que atrae inversión extranjera directa.
La postura de Trudeau podría ser un cálculo político interno para evitar confrontaciones con sectores proteccionistas en Canadá.
Debilitar el T-MEC sería contraproducente, ya que la cohesión norteamericana es crucial para enfrentar los desafíos económicos y geopolíticos.
Expulsar a México del T-MEC solo la acercaría más a China.
La solución es fortalecer el T-MEC mediante una mayor integración de cadenas de suministro, inversión en infraestructura y cooperación en investigación y desarrollo.
Conclusión:
El artículo de Yuriria Sierra argumenta que las declaraciones de los funcionarios canadienses sobre la expulsión de México del T-MEC son una estrategia política cortoplacista y contraproducente. En lugar de debilitar el T-MEC, Canadá debería enfocarse en fortalecer la colaboración regional para mantener la competitividad de América del Norte frente a China y otros desafíos globales. La verdadera amenaza no es México, sino la falta de cohesión entre Canadá, Estados Unidos y México.