Este texto de Guadalupe Loaeza, publicado el 21 de noviembre de 2024 en Reforma, es una reseña personal y reflexiva sobre una puesta en escena de "Jesucristo Súper Estrella" en México. La autora comparte sus impresiones sobre la obra, entrelazándolas con sus propias experiencias y opiniones políticas y sociales.
Resumen:
Guadalupe Loaeza describe su experiencia viendo la obra "Jesucristo Súper Estrella", destacando la calidad de la producción, la escenografía de Jorge Ferrari, el vestuario de Sol Kellan y Bernardo Vázquez, y la coreografía de María Meneses.
Menciona su admiración por las actuaciones de Benny Ibarra como Jesucristo, Erik Rubín como Judas, María León como María Magdalena, Leonardo de Lozanne como Poncio Pilatos, Alex Lora como Herodes, Kalimba como Simón y Yahir como Pedro. Realiza comparaciones entre los personajes de la obra y figuras políticas actuales como Donald Trump, Adán Augusto López, Joe Biden, Vladimir Putin, y Andrés Manuel López Obrador.
La autora reflexiona sobre el mensaje de la obra y lo contrapone con la situación actual del mundo, cuestionando qué pensaría Jesucristo sobre temas como la guerra en Medio Oriente, la situación de los migrantes, la corrupción, y la destrucción del medio ambiente.
Guadalupe Loaeza comparte detalles personales, incluyendo sus preferencias políticas (se identifica como de izquierda), sus deseos para su funeral, y sus recuerdos de su juventud. Menciona la influencia de la música de "Jesucristo Súper Estrella" en su vida.
La reseña incluye una referencia a Ernesto de la Peña y su interpretación de los evangelios apócrifos. También menciona a Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, creadores del musical. Finalmente, la autora destaca la dirección de Nick Evans y la dirección artística de Armando Reyes, así como la traducción de Julissa.
Conclusión:
La reseña de Guadalupe Loaeza trasciende la simple crítica teatral, convirtiéndose en un comentario social y político que utiliza la obra "Jesucristo Súper Estrella" como punto de partida para reflexionar sobre la actualidad. La autora conecta hábilmente la ficción con la realidad, invitando al lector a una profunda reflexión sobre el estado del mundo y la vigencia del mensaje de Jesús.