Este texto de Carlos Fernández-Vega, escrito el 20 de Noviembre de 2024, analiza la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum en la cumbre del G-20 de Río de Janeiro, de destinar el 1% del gasto militar global a la paz y el desarrollo, frente a la realidad geopolítica actual marcada por la guerra en Ucrania y el poder de los grandes fabricantes de armas. El autor explora la poca probabilidad de éxito de la propuesta, dada la resistencia de los principales actores involucrados.
Resumen:
Claudia Sheinbaum propuso en la cumbre del G-20 en Río de Janeiro destinar el 1% del gasto militar global (aproximadamente 24 mil millones de dólares) a la paz, la mitigación del cambio climático, la lucha contra el hambre y la migración.
Esta propuesta se realizó en un contexto de escalada bélica, con Joe Biden autorizando el envío de misiles de largo alcance ATACMS a Ucrania para su uso contra Rusia.
El monto propuesto, aunque significativo, es insuficiente para abordar la magnitud del problema, afectando a más de 1100 millones de personas en situación de pobreza multidimensional, de las cuales casi 500 millones viven en zonas de guerra según la Organización de las Naciones Unidas.
Los principales fabricantes y exportadores de armas, incluyendo Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Alemania, se muestran reacios a reducir sus ganancias, considerando la fabricación y venta de armas un negocio crucial para su poder geopolítico. Estados Unidos, bajo el liderazgo de Joe Biden, es el principal actor en este ámbito.
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo destaca que los 25 mayores proveedores de armas representan el 98% de las exportaciones mundiales.
Líderes como Emmanuel Macron, Xi Jinping, Vladimir Putin (representado por Serguéi Lavrov) y Olaf Scholz probablemente se opondrán a la propuesta de Sheinbaum. España, como invitada permanente del G-20, también se espera que rechace la propuesta.
El autor concluye que la propuesta de Sheinbaum, aunque encomiable, enfrenta una fuerte resistencia de los "señores de la guerra", quienes ven en el comercio de armas un instrumento de poder y control territorial.
Conclusión:
El texto de Fernández-Vega presenta un panorama pesimista sobre la viabilidad de la propuesta pacifista de Sheinbaum, destacando el poderío económico y político de la industria armamentística global y la dificultad de lograr un cambio significativo en un sistema internacional profundamente arraigado en la lógica de la guerra y el poderío militar. La inclusión de la nota sobre la modificación de la doctrina nuclear rusa por parte de Rusia en respuesta a las acciones de Estados Unidos refuerza la complejidad y peligrosidad del contexto geopolítico actual.