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Este texto de Miguel Díaz Reynoso, escrito el 10 de Noviembre de 2024, relata la experiencia del embajador mexicano Gilberto Bosques en Cuba durante el régimen de Batista, enfatizando su labor de protección a los perseguidos políticos. El texto describe el contexto político previo a la llegada de Bosques, incluyendo la gestión de su predecesor, Benito Coquet.

Resumen:

• El embajador Benito Coquet, con una larga trayectoria política en México, incluyendo cargos en las secretarías de Educación Pública y de Gobernación, fue embajador en Cuba de 1947 a 1953. Asiló al presidente Prío Socarrás y a parte de su gabinete.
• Tras la salida de Coquet, el nombramiento del nuevo embajador se retrasó debido a la desaprobación del presidente Ruiz Cortines hacia la dictadura de Batista.
• Gilberto Bosques asumió el cargo en octubre de 1953, llegando de Estocolmo a La Habana. Su llegada fue recibida con escepticismo debido a su ideología de izquierda democrática.

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• Bosques se dedicó a estudiar la situación política cubana antes de presentar sus credenciales, manteniendo una postura democrática congruente con la de México.
• En su primer encuentro con Batista, Bosques abordó temas de colaboración continental y los centenarios de Martí y Hidalgo. Batista le pidió que se evitaran las actividades conspirativas de los refugiados cubanos en México.
• La fuerte influencia de Estados Unidos en Cuba, tanto política como económicamente, era evidente, llegando a dominar el mercado cubano hasta en los detalles más mínimos. La penetración cultural estadounidense también generó rechazo.
• Las acciones represivas de Batista, incluyendo la entrega pública de material de guerra estadounidense al gobierno cubano, fueron consideradas escandalosas.
• Debido a la represión, muchos cubanos buscaron asilo en la embajada de México, repitiendo la experiencia de Bosques en Francia y Portugal.
• Bosques contó con el apoyo de figuras como el poeta Nicolás Guillén en su labor de salvar vidas.

Conclusión:

El texto de Miguel Díaz Reynoso destaca la labor humanitaria y políticamente compleja del embajador Gilberto Bosques en Cuba, enfatizando el contexto de la dictadura de Batista, la influencia de Estados Unidos, y el compromiso de México con la democracia. La narrativa resalta el desafío de navegar un ambiente político hostil mientras se protegía a los perseguidos políticos.