Este texto, escrito por Hailemariam Desalegn, argumenta que la pérdida de biodiversidad es una amenaza existencial que requiere una acción urgente y coordinada a nivel global.
Resumen
La pérdida de biodiversidad amenaza la economía, la salud pública, la seguridad nacional y la estabilidad global.
La biodiversidad sustenta los servicios de los ecosistemas que mantienen la vida humana, como la purificación del agua, el control de las inundaciones y la regulación climática.
La pérdida de biodiversidad acelerará el cambio climático y ampliará sus consecuencias, contribuyendo a aumentar la cantidad de desastres naturales y crisis de mercado.
La pérdida de biodiversidad también amenaza la salud pública, ya que muchas enfermedades, como las enfermedades infecciosas nuevas, se pueden vincular directamente a los cambios en la biodiversidad.
Se estima que abordar la crisis de biodiversidad exigirá 700 mil millones de dólares adicionales al año para 2030.
Los países del mundo que más gastan en defensa deberían invertir en la naturaleza, ya que representa una de las estrategias de defensa más rentables a largo plazo.
Los países deben trabajar mancomunadamente para abordar la pérdida de biodiversidad, y los grupos multilaterales, como la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, deberían seguir liderando la concreción de acuerdos y planes de acción.
Los responsables de las políticas deben seguir abocados a trabajar para cumplir con la meta 30x30 del marco de biodiversidad, fomentando y facilitando la acción gubernamental para proteger 30% de la Tierra y los océanos del planeta para 2030.
Los miembros del Norte Global deberían aumentar el respaldo financiero a los países del Sur Global para que implementen las designaciones necesarias.
Es necesario involucrar e informar al público sobre la importancia de proteger la biodiversidad.
Conclusión
El texto argumenta que la pérdida de biodiversidad es una amenaza tan grave como cualquier otro enemigo, y que se necesita una respuesta global coordinada para evitar una catástrofe. Se necesitan más inversiones, cooperación internacional y acción pública para proteger la biodiversidad y asegurar el bienestar de las generaciones futuras.