El texto de Juan Villoro del 18 de octubre de 2024 reflexiona sobre la vida y obra del escritor chileno Antonio Skármeta, quien falleció recientemente. El autor describe su relación con Skármeta y cómo este influyó en su propia trayectoria literaria.
Resumen
Villoro destaca la importancia de la lectura para la escritura, comparándola con la pasión de una bailarina o un futbolista.
Skármeta fue una figura fundamental en la formación de Villoro como escritor, recomendándole autores como Julio Cortázar y José Agustín.
Villoro conoció a Skármeta en Berlín Oriental en 1981 y forjó una amistad que duró hasta la muerte del escritor chileno.
Skármeta era un escritor alegre y optimista, que no se quejaba del exilio y siempre buscaba apoyar a otros escritores.
Skármeta fundó un taller literario en Chile para apoyar a jóvenes escritores, entre los que se encuentran Francisco Mouat, Rafael Gumucio, Carlos Franz y Gonzalo Contreras.
Skármeta también fue un apasionado del fútbol y escribió la novela "Soñé que la nieve ardía" sobre el golpe de Estado en Chile.
Skármeta era conocido por su generosidad y su capacidad para hacer felices a los demás.
Skármeta tuvo un gran éxito con su novela "Ardiente paciencia" (republicada como "El cartero de Neruda"), que fue adaptada al cine, teatro, radio y ópera.
Skármeta fue embajador de Chile en Alemania durante el gobierno de Lagos.
Skármeta padeció Alzheimer en sus últimos años, pero siempre conservó su capacidad para sonreír y hacer felices a los demás.
Conclusión
Villoro describe a Skármeta como un escritor excepcional, un amigo generoso y un hombre que siempre buscaba la alegría y el bienestar de los demás. Su legado literario y personal perdurará en el tiempo.