El texto de Andrés Oppenheimer publicado en Reforma el 18 de octubre de 2024 critica la ineficacia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El autor argumenta que la instancia ha sido secuestrada por dictaduras y países no democráticos, lo que la convierte en una burla a la causa de los derechos humanos.
Resumen
Oppenheimer aplaude la reciente votación en la ONU que rechazó la candidatura de Arabia Saudita para un puesto en el Consejo de Derechos Humanos.
Sin embargo, critica que el Consejo, de 47 países miembros, sigue teniendo entre sus participantes más activos a dictaduras como Cuba, China y Sudán.
Alrededor del 60% de los miembros del Consejo son dictaduras o países no democráticos, según la organización de derechos humanos independiente UN Watch.
Los miembros son elegidos mediante votación secreta por todas las naciones adscritas a la ONU, bajo directrices según las cuales los países miembros deben "mantener los más altos estándares de promoción y protección de los derechos humanos".
Oppenheimer menciona que Qatar, Bolivia, la República Democrática del Congo y Etiopía fueron seleccionados para el próximo período del Consejo a pesar de no estar "calificados" para formar parte del panel, según UN Watch, la Fundación de Derechos Humanos y el Centro Raoul Wallenberg para los Derechos Humanos.
México y Colombia, también elegidos para el nuevo período del Consejo, fueron descritos por las tres organizaciones de derechos humanos como opciones "cuestionables", en parte debido a sus votos a favor de países violadores de derechos humanos en la ONU.
Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, explica que las dictaduras suelen ofrecer a los países democráticos sus votos para los comités económicos y comerciales de la ONU a cambio del apoyo de éstos a sus candidaturas para escaños en el Consejo de Derechos Humanos.
Estados Unidos no se presentó a la reelección para el Consejo, posiblemente por considerar que es inútil tratar de reformarlo desde adentro o para evitar ser blanco de acusaciones diarias por su apoyo a Israel.
El Consejo de la ONU es bien conocido por su sesgo contra el Estado judío. Entre su creación en 2006 y mediados de 2023, emitió 103 resoluciones contra Tel Aviv, en comparación con 16 contra Corea del Norte, 14 contra Irán, 3 contra Venezuela y ninguna contra China y Cuba.
Oppenheimer concluye que el Consejo es una sociedad de protección mutua en la que las dictaduras más brutales del mundo se ayudan entre sí para rechazar las acusaciones de violación de los derechos humanos, y acusar a sus enemigos.
El autor considera que el Consejo debería disolverse, como sucedió con su predecesora, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en 2006.
Conclusión
Oppenheimer considera que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es una burla a la causa de los derechos humanos y que debería ser clausurado. El autor argumenta que tener a China, Cuba y Qatar y otros regímenes abusivos evaluando a otros países en esta materia es una burla a la causa de los derechos humanos.