El texto de Abraham Nuncio del 17 de Octubre del 2024 describe las repercusiones del movimiento estudiantil de 1968 en la ciudad de Monterrey, México. El texto se centra en las acciones de los estudiantes del Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Nuevo León (UNL), mostrando cómo estos eventos influyeron en la vida universitaria y política de la ciudad.
Resumen
El texto inicia con la mención de la mañanera donde la presidenta Claudia Sheinbaum pidió perdón por la represión y matanza de 1968. Pablo Gómez, dirigente del movimiento estudiantil en la UNAM, señaló que el movimiento no se limitó a la capital, sino que se extendió por todo el país.
En Monterrey, los estudiantes del Tecnológico de Monterrey organizaban sátiras llamadas "happenings" que criticaban a profesores y autoridades. En 1968, realizaron un sainete donde la Virgen de Guadalupe reemplazó a una "conejita" de Playboy, lo que provocó la expulsión de varios estudiantes, incluyendo a José Luis Sierra, quien posteriormente se unió a la Liga Comunista 23 de Septiembre.
La expulsión de los estudiantes del Tecnológico provocó una huelga de hambre, la cual fue finalmente terminada por el industrial Eugenio Garza Sada, fundador de la institución.
En la UNL, los estudiantes se identificaban con la revolución cubana, se oponían a la guerra de Estados Unidos en Vietnam y apoyaban a los movimientos sociales, especialmente a los trabajadores.
Los estudiantes de la UNL realizaron protestas, paros académicos y tomas de la rectoría, exigiendo la democratización y autonomía de la universidad.
En 1969, los estudiantes lograron la autonomía de la UNL, la creación de la Asamblea Universitaria y la elección de autoridades universitarias por parte de estudiantes y docentes.
Los estudiantes de la UNL contaron con el apoyo del sindicato universitario y del Congreso del estado en su lucha por la autonomía.
Conclusión
El texto de Abraham Nuncio muestra cómo el movimiento estudiantil de 1968 tuvo un impacto significativo en la vida universitaria de Monterrey. Los estudiantes del Tecnológico de Monterrey y la UNL demostraron su compromiso con la lucha por la justicia social y la democracia, logrando cambios importantes en la estructura y funcionamiento de las universidades. El texto destaca la importancia de la participación estudiantil en la construcción de una sociedad más justa y democrática.