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Este texto, escrito por Alfredo La Mont III el 9 de enero de 2025, aborda tres temas distintos: el impacto del maquillaje en la piel, el origen de la costumbre de envolver regalos y la bioluminiscencia humana.

Un dato importante: La intensidad de la bioluminiscencia humana varía a lo largo del día, siendo máxima al final de la tarde y mínima por la mañana.

Resumen

• Maquillaje: El uso diario de maquillaje puede obstruir los poros, causando acné y otros problemas de piel. Removerlo completamente cada noche permite que la piel respire y se regenere, previniendo la opacidad, irritación y el envejecimiento prematuro. La limpieza adecuada de las herramientas de maquillaje también es crucial. Algunos maquillajes con ingredientes como ácido hialurónico o SPF pueden ofrecer beneficios.

• Envoltorio de Regalos: La práctica de envolver regalos tiene una larga historia, comenzando posiblemente en Corea con el uso del bojagi durante el periodo de los Tres Reinos (57 a. C.-668 d. C.). En China, se usaba para envolver medicinas y objetos delicados desde el siglo II a. C. La tradición se popularizó en Occidente a partir de la época victoriana en Inglaterra y se impulsó significativamente con la innovación de los hermanos Hall en 1919 en Kansas City, Missouri, con la producción de papel de regalo impreso por Hallmark.

• Bioluminiscencia Humana: Los humanos emiten una luz muy tenue, imperceptible a simple vista, como resultado de reacciones bioquímicas durante la respiración celular. Investigadores japoneses lo han detectado con cámaras de alta sensibilidad. La intensidad varía a lo largo del día, siendo mayor en la tarde y menor en la mañana. Aunque su propósito evolutivo es incierto, podría tener aplicaciones en diagnósticos médicos.

Conclusión

• El cuidado de la piel es fundamental, y la limpieza diaria es esencial para prevenir problemas relacionados con el maquillaje.
• La tradición de envolver regalos tiene raíces antiguas en Asia y se extendió a Occidente a través de la innovación y la comercialización.
• La bioluminiscencia humana, aunque imperceptible, es un fenómeno fascinante con potencial para futuras aplicaciones médicas.