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Este texto de Carlos A. Pérez Ricart, publicado el 23 de enero de 2025, refuta la narrativa prevaleciente en Capitol Hill que culpa a México de los problemas de consumo de drogas y violencia armada en Estados Unidos. El autor argumenta que la responsabilidad recae principalmente en las instituciones y políticas estadounidenses.

El 70% de las armas de fuego utilizadas en México provienen de Estados Unidos.

Resumen

• Carlos A. Pérez Ricart, profesor-investigador del CIDE, desmiente la narrativa que responsabiliza a México por la crisis de fentanilo en Estados Unidos. Argumenta que la crisis es resultado de la sobreprescripción de opiáceos por médicos estadounidenses, la falta de regulación de las farmacéuticas y la ineficacia del sistema de salud estadounidense.
• Señala que la gran mayoría de las armas utilizadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación provienen de Estados Unidos, donde existen 378 millones de armas de fuego y se producen catorce millones más cada año. La laxitud en la regulación de armas en Estados Unidos contribuye significativamente al problema de violencia en México.
• El autor afirma que la mayoría de los traficantes de fentanilo en la frontera son estadounidenses, así como los pandilleros que distribuyen la droga en Estados Unidos. Grupos como Hells Angels Motorcycle Club, Crips, Bloods y Almighty Vice Lord Nation no son mexicanos y su actividad criminal no se limita a México.
• Estados Unidos tiene 37 millones de usuarios de drogas ilegales y consume el 80% de los opioides del mundo, a pesar de representar solo el 4.4% de la población global. El problema del consumo de drogas es principalmente un problema interno de Estados Unidos.
• México enfrenta un problema criminal único, alimentado por el flujo de armas desde Estados Unidos y el tráfico de drogas hacia el norte. La frontera entre ambos países es altamente porosa, lo que agrava la situación.
• Pérez Ricart concluye que la narrativa de Donald Trump, que culpa a México de todos los males, es falsa. México no es el problema, sino parte de la solución.

Conclusión

• La narrativa que culpa a México por los problemas de drogas y violencia armada en Estados Unidos es una simplificación errónea.
• La responsabilidad principal recae en las políticas y las instituciones estadounidenses.
• México, aunque con problemas propios, es parte de la solución y no el origen del problema.
• Se necesita una colaboración internacional para abordar este problema complejo.